La 59ª edición de la Super Bowl, celebrada este año entre los Philadelphia Eagles y los Kansas City Chiefs, no solo fue un enfrentamiento de gigantes del fútbol americano, sino también una batalla publicitaria de proporciones épicas. Los anuncios que deslumbraron durante las pausas publicitarias no solo marcaron un hito por su calidad, sino también por los números astronómicos que las marcas tuvieron que desembolsar. Este año, los precios alcanzaron cifras récord: 8 millones de dólares por tan solo 30 segundos en pantalla, lo que elevó la Super Bowl a un nuevo nivel de lujo publicitario.
Sin embargo, como es común en el mundo de la publicidad, no todo lo que brilla es oro. A pesar de la abultada inversión, muchas marcas optaron por fórmulas más conservadoras, eligiendo no arriesgarse demasiado en términos de creatividad. La comedia y las “celebrities” continuaron siendo los protagonistas indiscutibles en los anuncios, con un sinfín de rostros conocidos invadiendo las pantallas, lo que garantiza una mezcla de humor fácil y un amplio atractivo.
Aunque la comedia sigue siendo una apuesta segura, algunos anunciantes decidieron romper con la tendencia y se apartaron del enfoque liviano para abrazar una mezcla de emoción y nostalgia, buscando conectar con los sentimientos de los espectadores de una manera más profunda. Este tipo de enfoques, cuando se ejecutan de manera efectiva, pueden ser tan impactantes como las risas que suelen generar los anuncios cómicos.
Si bien hay una enorme variedad de anuncios que se presentaron durante el gran evento, estos son algunos de los spots más destacados de la Super Bowl 2025, que dejaron huella tanto por su ingenio como por su capacidad para tocar las fibras más sensibles de la audiencia:
So Win – Nike
Dream Job – Google
DunKings Java Jam – Dunkin
When Sally Met Hellmann’s – Hellmann’s
Kiss From A Lime – Mountain Dew
Slow Monday – Coors Light
A Century of Cravings» – Uber Eats
These Legs – Dove
The Call of the Mustaches – Pringles
A pesar de que este listado podría expandirse con muchos otros anuncios que también merecen reconocimiento, es evidente que, en la 59ª edición de la Super Bowl, las marcas tuvieron que ingeniárselas para equilibrar creatividad, emoción y una dosis de humor, mientras competían por un espacio en la pantalla que valía su peso en oro. Sin duda, este año, la publicidad en la Super Bowl volvió a demostrar su capacidad para influir en las masas, manteniendo la emoción no solo en el campo de juego, sino también en las pantallas de millones de hogares.